Juegos: Cada vez mas "Adultos"

Imagine a su hijo menor de edad usando un juego para PC en el que el protagonista es un ex-convicto que huye de la mafia, roba autos, se relaciona íntimamente con trabajadoras sexuales y las asesina de una forma macabra, como sucede en el titulo Grand Theft Auto: Vice City.

Actualmente existen muchos juegos para el publico adulto; el problema es que los menores de edad tienen acceso a ese contenido con relativa facilidad. En Colombia, establecimientos como la librería Panamericana y Tower Records no cuentan con políticas de restricción para la venta de los juegos.

Según Consuelo Rojas de Panamericana: "los niños siempre buscan juegos mas avanzados que los sugeridos para su edad, títulos que representen un reto, aunque aquí vendemos básicamente productos de Microsoft, que no presentan niveles altos de violencia".

Según los analistas de la industria de los juegos, la tendencia de agregar mas sexo y violencia a los títulos obedece a varios factores. Uno es que los niños que jugaban Pac-Man hace algunos años ya son adultos y requieren emociones mas fuertes, y otro tiene que ver con la capacidad de procesamiento de los sistemas de cómputo actuales, que tienen el poder de mostrar imágenes realistas, de excelente resolución y movimientos sutiles. Pero probablemente el factor que mas influye es que los fabricantes de juegos ven en la audiencia adulta un nicho importante para seguir incrementando sus ventas de hardware y software, que durante el 2002 alcanzaron los 10.300 millones de dolares.

Según una empresa investigadora de mercados Exhibitor Relations, la anterior cifra superó a la de la industria del cine, que el año pasado fue de 9300 millones, la novena parte del producto interno bruto de Colombia, que fue de 82.000 millones de dolares. El reto que plantea la proliferación de este tipo de juegos está en evitar que caigan en manos de menores de edad. El abogado estadounidense Jack Thompson se puso en la tarea de investigar si los almacenes y tiendas que venden juegos para adultos cumplían con las reglas de no vender titulos clasificados con la letra M (Mature Audience) a menores de 17 años.

Según un titulo publicado en el periodico "The Miami Herald", Thompson filmó a un adolescente mientras compraba el juego Grand Theft Auto: Vice City en el almacén Best Buy. Según Thompson, la persona que le vendió el juego al menor en ningun momento le exigio mostrar un documento de identidad para verificar la edad.

En el articulo, el abogado asegura que no existe gran preocupación de las tiendas que venden juegos con material para adultos, debido a que la ley no es tan severa con las peliculas o revistas con ese mismo contenido.

Según un estudio realizado en 2001 por la Federal Trade Comission en Estados Unidos, las tiendas permitieron que 78% de las personas entre 13 y 16 años que entraron a comprar juegos, adquirieran juegos clasificados con la letra M (Matures Audiences o mayores de 17 años).

SEXO Y VIOLENCIA NO SON NOVEDAD

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Pero los juegos con contenidos para mayores de edad existen desde los inicios de esa industria. Titulos como Leisure Suit Larry (A larry el ocio le sienta bien) contaban con una alta dosis de contenido alusivo al sexo, donde el protagonista incluso se protegia del contagio del SIDA (Sindrome de Inmunodeficiencia Adquirida) mediante preservativos.

Otros juegos clasicos como Tetris, que consistia en ordenar bloques de diferentes formas para completar lineas horizontales, tenian versiones en que la recompensa por construir un mayor numero de filas no era obtener puntajes altos, sino que se premiaba al jugador con imagenes pornograficas a medidas que este completaba niveles.

Hoy, mediante una tecnologia avanzada para mostrar animaciones mas reales, es posible crear figuras humanas con rasgos y movimientos, mas sensuales y sugestivos. Ese hecho ha sido aprovechado para desarrollar juegos como BMX XXX, que incorpora bellas mujeres montando en bicicleta y haciendo piruetas. Aparte de hermosas y voluptuosas, las damas del juego a menudo aparecen con el torso desnudo en ambientes decadentes de grandes urbes.